Existen muchos productos naturales cuya ingesta puede aportar numerosos beneficios para proteger nuestra salud. Uno de estos productos es la miel, un ingrediente que puede utilizarse en numerosos platos y degustarse a cualquier hora del día.
Cuando adquieras este sabroso producto, asegúrate de que adquieres miel natural, lo menos procesada posible, pues será cuando más conserve todas sus maravillosas propiedades nutricionales y medicinales.
La miel contiene antioxidantes, vitaminas como la B, C, D y E y numerosos minerales como hierro cobre, fósforo, potasio, calcio, magnesio, zinc y manganeso.
Además de ser muy sabrosa y suponer un excelente suplemento del azúcar, los beneficios de la miel para la salud son muy variados. Te los mostramos:
La miel puede ayudar a combatir el insomnio. Ingerir una sola cucharada de este producto disuelta en una infusión relajante antes de acostarnos, produce un efecto tranquilizador en nuestro cerebro y nuestro cuerpo, ya que la miel facilita la acción del triptófano, responsable de la segregación de serotonina en nuestro organismo, que ayuda a regular el sueño.
La miel mejora el tránsito intestinal. Se trata de un producto muy efectivo contra el estreñimiento, actuando como fibra natural y beneficiando a la flora intestinal. Otro de los beneficios de la miel es que ayuda a reducir posibles inflamaciones en la zona del intestino.
La miel activa nuestro cerebro, mejorando sus funciones. Esto es debido a minerales que contiene en su composición como el calcio, el fósforo o el hierro. El calcio es el gran aliado de nuestras neuronas para la transmisión de información de unas a otras. El hierro y el fósforo mejoran las funciones del sistema nervioso.
Las propiedades antisépticas y antimicrobianas de la miel, hacen de este producto un gran combatiente de infecciones, gripes, catarros, dolores musculares, etc. Entre los remedios caseros para curar la bronquitis u otro tipo d infecciones pulmonares o respiratorias, la miel juega un papel importante.
La miel es un producto natural perfecto para nuestra piel. Hidrata, alivia quemaduras y ayuda a minimizar el riesgo de aparición de acné.
Consumir miel fabricada por las abejas de la propia área espacial en el que habitas, puede ayudar a que acuses menos los síntomas alérgicos durante la época de floración. Las abejas depositan parte del polen de las plantas en la miel que fabrican, por lo que consumirla durante unas cuantas semanas antes del pico más alto de polinización de la zona, puede ayudar a tu cuerpo a asimilar mejor su efecto en tu organismo.
Fuente: El corte Inglés blog.
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